miércoles, 11 de abril de 2012

BLAU DIE HIMMLISCHE FARBE / LIBRO SOBRE EL COLOR AZUL



Portada del libro "Blau die himmlische Farbe". Editorial Insel Suhrkamp Insel. Fankfurt an Main y Leipzig. Alemania. 80 páginas. Elección y colofón de Gisela Linder.


"¿Qué es saber envejecer?

Es saber vivir".


Juan Carlos Onetti (1)


"Somos todos miopes, excepto para adentro.

Sólo el sueño ve con la mirada".


Fernando Pessoa

El libro del desasosiego. 123. Página 139.

Traducción de Perfecto Cuadrado.

Editorial Acantilado (2). Barcelona 2002.



"Blau die himmlische Farbe" es un libro que aborda el tema del color azul (lo acabo de recibir, y su color azul -el color de su tapa y su temática- se entremezcla con el azul primaveral que se avecina en Alemania). En la obra de 80 páginas publicada por la editorial Insel aparecen poetas y pintores que escribieron páginas o trabajaron cuadros desde sus correspondientes perspectivas en torno al color azul. Por ejemplo el lector puede leer el poema "Blauer Schmetterling" (Mariposa azul) de Hermann Hesse o contemplar el cuadro "Der Turm der blauen Pferde" (La torre de los caballos azules) del pintor Franz Marc. O los versos de "Blaue Hortensie" (Hortensias azules) de Reiner Maria Rilke o el cuadro "Der blaue See" (El lago azul) de Gabriele Münter.


En "Blau die himmlische Farbe" me he encontrado con el poema "Mi piano azul" de Else Lasker-Schüler. Sobre ella y el referido poema escribía en noviembre de 2009 lo siguiente:


ELSE LASKER-SCHÜLER Y EL PIANO AZUL


Su yo lírico es telúrico y potente como un pedazo de roca en medio del mar que te puede explotar en las manos. En los tiempos del nazismo, en 1933, cuando tenía 64 años, emigró a Zurich. Doce años más tarde murió en Palestina. Su lirismo, repito, impresiona, y sobre todo, se te enreda en el pelo, en las orejas, en el cuello, en las piernas, en el corazón. Eso es el arte poético de Elsa Lasker-Schüler.



Haber traducido el poema „Mi piano azul“de Else Lasker Schüler no ha sido un oficio nada fácil. Nada fácil por la tristeza que transmite y demanda irremedediablemente pensar en ella, en su biografía, en la afrenta que sufrió, en el hondo vacío que despierta en nosotros ver una película atroz, tantas veces vista y tantas veces repetida, donde los cristales rotos caen a pedazos sobre las calles irrumpiendo el silencio de la noche y centenares de libros son calcinados en la hoguera de la barbarie.


En el poema de Else Lasker – Schüler, „Mein blaues Klavier“ (Mi piano azul), que he traducido, afloran las palabras como bajo el telón de un teatro donde la luz se apaga, a pesar que en los versos finales aparece la imagen del ángel a quien se le solicita que abra la puerta y con ello que aparezca de una vez por todas la luz, todo eso en contraposición a las palabras del poema que lo anteceden como sótano, oscuridad, violencia, ratas, destrozado, difunto, pan amargo, en donde aflora en medio de la desesperación un halo de esperanza, una puerta por abrir. Quizá la última.


El poema „Mein blaues Klavier“ habla de un yo lírico que posee un piano, pero que éste sin embargo no sabe leer notas musicales y por lo tanto no lo puede usar. En la segunda estrofa se sabe que el piano se halla en el sótano desde el momento que ha estallado la violencia. En la tercera estrofa la autora nos habla de la belleza de la música estropeada por la guerra. En la cuarta estrofa llegamos a un punto profundo de tristeza donde la poeta llora la muerte del piano. A la quinta estrofa la tenemos que operar con pinzas destapando las arterías y la piel de la biografía de la autora (ya he comido los panes amargos, dice) y entonces brota la esperanza y la luz del yo lírico en medio de tanta oscuridad y aparece un ángel. Nótese que el piano es azul, y no es de color negro; y el azul, en muchas culturas significa mar y para ella, quizá, la belleza del cielo o de algo que está lejos de poder alcanzar.


Lasker-Schüler, que nació el 11. Febrero de 1869 en Elberfeld, hoy Wuppertal, escribía desde lo más profundo del dolor. Cuando tenía 13 años falleció su hermano preferido Paul, después, en 1890, murió su madre y siete años más tarde su padre. Se divorció dos veces y en 1903 nacería su primer hijo, Paul, quien murió de tuberculosis en 1927, hecho que sumió a la escritora en una gran tristeza. Más tarde llegaría a sufrir en carne propia los embates del nazismo. Sus libros fueron quemados, ella misma tuvo que escapar hacia Zurich y de allí a Palestina, donde dejó de existir el 22 de enero de 1945 (3).


Su obra cuenta con relatos, dramas y poemas. El poema „Mi piano azul“ fue publicado en 1937 en el diario Neuen Zürcher Zeitung de la ciudad de Zürich, donde la poeta se había refugiado escapando del nazismo. Aquí les dejo con el poema:



MI PIANO AZUL
Else Lasker-Schüler
(traducción: Jose Carlos Contreras Azaña. Karlsruhe. 2009)



Tengo un piano azul en casa
Aunque no conozca nota alguna


Está en la oscuridad de la puerta del sótano
Desde que el mundo se tornó violento


Lo tocan cuatro manos de estrellas
- la luna mujer canta en la barca
entretanto danzan las ratas en el tintineo


Destrozado está el teclado del piano
Lloro al difunto azul


Ah, querido ángel, ábreme
- he comido panes amargos-
Ya me vive la puerta del cielo-
También contra lo prohibido.


MEIN BLAUES KLAVIER
Else Lasker - Schüler


Ich habe zu Hause ein blaues Klavier


Und kenne doch keine Note.



Es steht im Dunkel der Kellertür,


Seitdem die Welt verrohte.



Es spielten Sternenhände vier -


Die Mondfrau sang im Boote.


- Nun tanzen die Ratten im Geklirr.



Zerbrochen ist die Klaviatür


- Ich beweine die blaue Tote.



Ach liebe Engel öffnet mir


- Ich aß vom bitteren Brote -


Mir lebend schon die Himmelstür


Auch wider dem Verbote.


(1) Más sobre Juan Carlos Onneti:

http://www.biografiasyvidas.com/biografia/o/onetti.htm


(2) Editorial Acantilado. www.acantilado.es


(3) Website der Else-Lasker-Schüler-Gesellschaft

4 comentarios:

un erizo de Wuppertal dijo...

Bello poema, pero permitanme algunos comentarios en cuanto a la traducción y a la interpretación, para transportarlo más correctamente a los lectores que no saben alemán, y en defensa del honor de la poeta.

El piano que posee el yo lírico es un piano que sí se puede tocar sin saber leer notas musicales. Sin embargo es una metáfora. Es suficiente la intuición, la inspiración y la emoción para poder tocarlo, es para ser tocado a cuatro manos (vease también la tercera estrofa). -
Además dudo que sea adecuado utilizar el subjuntivo en castellano, porque en prosa alemana significa “Ich habe ein Klavier obwohl ich keine Note kenne” (“obwohl” (indicativo) en vez de “selbst wenn” (subjuntivo)).

Es importante en la tercera estrofa la diferencia entre pasado y presente (“spielten” y “sang” es pasado, “nun tanzen” es presente). Antes lo tocaban cuatro manos de estrellas, la luna mujer cantaba en la barca, hoy día danzan las ratas al retintín. Claro está quiénes son las ratas…

Cuarta estrofa: “Klaviatür” es una palabra que no existe en alemán. Es una mezcla entre “Klaviatur” y “Tür”, entre “teclado” y “puerta”. El yo lírico se halla ante la puerta cerrada/destrozada.

Ùltima estrofa: „Ya me vive la puerta del cielo“ me parece un malentendido. En prosa alemana significa: „Liebe Engel,... öffnet mir schon jetzt die Himmelstür, obwohl ich noch lebe (also obwohl ich noch nicht tot bin)!”. Abranme la puerta del cielo aunque todavía estoy viva! -
“Auch wider dem Verbote” es lenguaje coloquial de la región Wuppertal que en el fondo implica un error gramatical en cuanto a la declinación (utilizó el dativo), en realidad significa “trotz des Verbotes” – “abrenme aunque está prohibido!” -
El ángel / los ángeles aún no ha/han aperecido, lo / les llama.

hablante nativo de alemán dijo...

En general estoy de acuerdo con las proposiciones de "un erizo" (véase arriba), sobre todo acerca de la última estrofa (!) . Pero, el piano azul no es una metáfora sino un ejemplo típico de un tropo especial que en alemán se llama "Chiffre".
El color azul en la literatura del expresionismo alemán suele referirse a algo divino, en el romanticismo a la añoranza / la nostalgia, en el siglo XX era sobre todo símbolo de la fuerza imaginativa y creativa. ¿Hay en el libro que presentas el famoso poema "El hombre con la guitarra azul" de Wallace Stevens que hace referencia al cuadro "El viejo guitarrista ciego" de Pablo Picasso?
- … They said, "You have a blue guitar,
You do not play things as they are."
The man replied, "Things as they are
Are changed upon the blue guitar."
… -
Y David Hockney fue inspirado por ese poema y dibujó una serie de guitarras azules. Así se cierra el círculo, ¡qué lindo!

vic dijo...

Tampoco me gustó mucho la traducción del autor de este blog.

Jose Carlos Contreras Azana dijo...

Erizo, Hablante nativo en alemán, Vic, se agradece los comentarios.Pero a eso voy. Las traducciones son malas fotocopias. En la historia de la literatura existen miles de ejemplos de libros mal traducidos y luego nuevamente mal traducidos. En este caso, en el de poemas, se agradece la ayuda de los lectores. Si no lo hubiera tratado de traducir, no habrías escrito estos comentarios. Gracias. Y a ver si traducimos juntos.